Soy Ms Racho: El castillo

lunes, 7 de noviembre de 2011

El castillo

Nunca pensé que pudiera sacar tanto a una visita a Ikea.

Libreria nueva para el comedor, todos los libros fuera de la estanteria del cuarto del ordenador del que poco a poco, y de forma sútil he ido adueñandome, más espacio y orden para mis telas y demás utensilios de costura y lo mejor, el juguete de más éxito de todos los tiempos, un castillo de cartón con el que hemos conseguido un hecho insólito: que Nicolás duerma la siesta los fines de semana. En el patio de armas, vigilando que no ataque el enemigo. Antes, podía caerse de sueño que daba igual, con la siesta no había tu tia, ahora le dices que es la hora de descansar, se va al castillo, coge una almohada y se acuesta (siempre con ojo avizor).

La caballería ya le atraía, tenía una espada con la que "duchaba" al enemigo (un día jugando le dijimos touche, él entendió duché, y desde entonces, nos ducha a todos) pero desde que tiene castillo se ha vuelto loco, cabalga por la casa "trocotando" subido en un palo de escoba, se ha atado una bufanda a la cintura en la que lleva su espada enfundada y solo quiere que le lean libros de caballeros, vamos un quijote moderno.
Claro que nosotros le añadimos algunos complementos: el escudo del caballero del león,  también con un trozo de cartón, y, otros que el mismo diseño: un yelmo (la caja de los cartones de la leche) que un día decidió que era un casco perfecto y desde entonces tenemos que tirar las cajas a escondidas porque las colecciona para todos los caballeros que habitan o visitan nuestra casa.

Pues eso,  una caja de cartón de bastante muy grandes dimensiones que ha dado para una tarde diversión durante la construcción de castillo pero que sigue siendo el centro de todos los juegos, ahora ya está decorada incluso con graffittis y llena de remiendos.








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